Historia de un optimista. Y eso es lo que nos vamos a encontrar: la aventura que supone para su protagonista que, en compañía de su pareja, decide trasladarse a la Alpujarra a comenzar una nueva vida en un cortijo que acaban de adquirir. Pero lo que parece una vida de ensueño va mutando en pesadilla: no hay luz, no hay agua corriente, no hay carretera que los comunique con nin guna otra parte del mundo. En medio de la desesperación por ir resolviendo problemas —España no sale muy bien parada en este aspecto precisamente— surgirá el verdadero oro: los vecinos y el modo en que estos dos ingleses comienzan a relacionarse con ellos. En un tono divertido, su autor nos cuenta cómo lo que podría haber sido un drama termina por hacer emerger lo mejor de los seres humanos.